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En la mayoría de los
casos, por no decir siempre, las negociaciones con Clientes y Proveedores son
duras e intensas, pero una gestión incompleta
de la divisa puede dar al traste cualquier buena operación comercial, perdiendo
lo ganado por nuestros Departamentos de Compras o Ventas.
Sin embargo, no es
infrecuente que, dentro de los instrumentos de gestión de la Empresa se deje (deliberada
o involuntariamente) en un segundo plano el FX management, la gestión de
riesgo por divisa. Tal vez sea ello porque este riesgo exige conocimientos
muy específicos y una constante atención, con una considerable carga de
trabajo, lo cual le hace especialmente desagradable.
Así, en no pocas empresas
españolas (incluso de las que podríamos llamar del middle market), lo habitual
es que el departamento correspondiente pida cotización de divisa al
Departamento financiero, y, a partir de ahí, se contrate el oportuno seguro de
cambio o instrumento de cobertura. O, tal vez, ni eso, y se asuman los riesgos de
las oscilaciones del mercado de divisas. Y…
¡ya está! Hasta ahí, en la mayoría de los casos, llegó nuestra gestión de la divisa.
Pero… ¿Qué hace nuestra
competencia? ¿Valoramos el impacto de la divisa en nuestra PyG y las posibles ventajas
competitivas que nos puede proporcionar…? ¿Hacemos un seguimiento de la
eficacia de nuestra gestión? ¿Chequeamos que nuestra estimación de cotización
fue acertada, o, si ha habido desviaciones, cuales has sido las causas? En
definitiva, ¿tenemos una estrategia para la gestión de la divisa y hacemos
seguimiento y mejora de la misma?
A nuestro modo de ver, un
cuadro de mando de cualquier Empresa, en cuanto a lo que se refiere a la divisa, y según la operativa específica
de cada Empresa, debe recoger toda una serie de aspectos fundamentales:
- Evaluación de la incidencia de la divisa en el Presupuesto anual de compras y ventas.
- Estrategia de gestión de divisa:
- Por líneas de negocio o productos. Frecuentemente, habrá que diseñar estrategias diferentes para productos, mercados, estacionalidades y operativas diferentes. Por ejemplo, la gestión no será la misma sobre un gran contrato anual y a precio cerrado, que sobre operaciones a 30 días y con precio a fijar en destino, etc.
- Por facturación intercompany y financiación a filiales. La forma en que la matriz facture o financie a sus filiales (y viceversa), en cuanto a divisa, plazos, etc., determinará cómo y dónde (en la matriz o en las filiales) se gestionará el riesgo y las medidas a tomar.
- De coberturas naturales por compensación entre compras y ventas en divisa. Este es un recurso muy utilizado por todas las Empresas, que tratan de machear operaciones de ventas en divisas con compras en esas mismas divisas. En la práctica, casi nunca coinciden los tiempos de ambas operaciones, y ello acaba traduciéndose en una ineficiente gestión de la tesorería y de las divisas.
- De proyectos a largo plazo y gestión de flujos compensables o no. En la ejecución de proyectos a largo plazo, al igual que en el punto anterior, la planificación de los flujos en divisas y gestión de desviaciones (que siempre ocurren) requieren una estrategia previa, para tomar las medidas adecuadas ante cualquier incidencia.
- Por value at risk (VAR). Este es un concepto muy usado por las Entidades financieras, y que, aplicado a la divisa, también la materia prima, establece modelos de cálculo de pérdida asumible por la exposición a determinado riesgo, y más allá del cual hay que tomar determinadas medidas. Lo aplican las Empresas corporativas, por la complejidad de su definición y gestión.
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- Protocolos internos interdepartamentales: coordinación de compras, ventas y financieros, realización de Comités de riesgos (se valora la estrategia y táctica, desarrollada y a realizar), toma de decisiones colegiadas (¡cuántos CFOs han perdido su puesto por no tomar en consideración una segunda opinión y decidir individualmente!), etc.
- Herramientas de conocimiento, información (¿nuestros gestores de banca nos asesoran o nos venden? ¿tenemos información técnica fiable y objetiva?) y control interno (¿conocemos el riesgo actual por FX de la Empresa o del grupo?) del riesgo de la Compañía, y que habrán de ser la base para la toma de decisiones.
- Herramientas deseguimiento, evaluación y optimización de las posiciones tácticas (la cartera de divisas y coberturas) de la empresa frente a la evolución de la divisa.
- Y, por último, el desarrollo táctico de la estrategia en divisa: toma de decisiones ante coyuntura del mercado. En base a la estrategia prediseñada, es el momento aplicar la misma, ante la situación de los mercados financieros de divisas y de los propios en los que se mueva la Empresa, de manera que no haya dudas, ineficiencias ni dilaciones injustificadas.
En conclusión:
la Empresa ha de tener desarrollada una completa estrategia en cuanto a sus
riesgos por divisa, de tal manera que, ante cualquier circunstancia del
mercado, propio o de divisas, tenga previstos los mecanismos internos que le
posibiliten tomar las decisiones más adecuadas, en tiempo y forma, así como su
posterior control, y, si fuera necesario, modificación. Lo contrario es asumir
riesgos innecesarios, a veces muy graves, y, en todo caso, dar ventajas a la
competencia…
Camilo Olcina.
Director de Expansión de Omega FinancialPartnersCompartir en Linkedin
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Muy buen artículo, muchas empresas con estas situaciones y necesitan una ayuda extra para hacer una correcta gestión de todos los riesgos implícitos por la divisa.
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